Y te olvidaré de veras.

Brindaré por los siempres que nunca nos pertenecieron, dejaré todas las hojas en blanco porque sé que mis discursos no te convencieron y me comeré las uñas hasta deshacerme de mis nudillos y gritaré ferozmente mejor que cualquier caudillo también hablaré de ti con mis amigos, añoraré un fuerte abrazo frente a los enemigos. Despues pediré perdón a todo aquel que yo halla provocado esta verborrea de futuros. Probablemente me quedaré sin parpadear hasta  oír un chasquido suplicando que todo sea un simple mito y después te olvidaré de veras.  Nadie hará suposiciones, seré victima de nuevas figuraciones y brindaré por los siempres de otros. Sola y en silencio cada vez que me llegue ese fresco aroma a dinero recordaré que a usted no debo recordarlo.

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